La contaminación en Zapopan es un problema que me preocupa profundamente. A medida que los años han pasado, he sido testigo de cómo esta situación se ha intensificado y ha dejado una huella negativa en nuestro entorno. La calidad del aire ha disminuido drásticamente debido a las emisiones industriales y el tráfico vehicular constante. Cada vez es más común ver una capa de smog que oscurece el cielo y dificulta la respiración.
Las enfermedades respiratorias, como el asma y la bronquitis, se han vuelto más comunes. Respirar el aire contaminado se ha convertido en una lucha diaria, y muchos de nosotros nos vemos obligados a llevar mascarillas para protegernos de patógenos.
El agua se ha convertido en otra víctima de la contaminación en Zapopan. Los ríos y lagos que solían ser cristalinos, ahora están llenos de desechos tóxicos y se convierten en amenaza para nuestra salud y la de nuestros ecosistemas acuáticos.
El suelo también ha dejado una marca indeleble en nuestro entorno. Los desechos industriales y los desechos sólidos mal gestionados se han acumulado en nuestro suelo, degradándose y afectando la fertilidad de nuestras tierras. Esto no solo amenaza nuestra capacidad para cultivar alimentos de calidad, sino que también impacta negativamente en la biodiversidad local.
En Zapopan es un problema alarmante que requiere una atención inmediata. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras vemos cómo nuestra ciudad y nuestra salud se ven afectadas cada vez más. Es hora de tomar medidas concretas y promover cambios sostenibles en nuestra forma de vida. Debemos exigir una regulación más estricta de las emisiones industriales, fomentar el uso de medios de transporte más limpios y promover la conciencia ambiental en todos los niveles de la sociedad. Solo así podremos preservar nuestra hermosa ciudad y garantizar un futuro saludable tanto para las generaciones futuras.